lunes, 7 de diciembre de 2009

B-side alone



Siempre había tenido en cuenta que el hecho de escribir seguido era una actividad gratificante, algo que uno podría hacer sin mucho que pensar, un evento feliz. Al mismo tiempo que uno dice las cosas que piensa o le gustaría pensar, podría tal vez mostrar mensajes a personas que sé nunca me entenderán de esta forma, que quizá no se darían nunca el trabajo de leerme o que simplemente ya no están más.


Pensando un día de que entre muchas cosas tal vez nos quedaba la soledad como nuestro mutuo y último regalo, empecé a caminar sola, llevándome eso de ti conmigo, nunca habías sido exactamente lo que yo esperaba, o tal vez es solo lo que quiero pensar en este momento. Pero ahora que nuestras miradas traspasan nuestras habitaciones y sus vitrales sin ninguna dirección, reconozco que después de todo -sin disimular más- no fue tan malo. Tal vez no habrías podido encontrar eso que algunos llaman cierta luz o viento a tu favor, tal vez me perseguirías una vez más bajo las sombras de árboles solitarios en la tarde o intentarías de nuevo correr y tomar mi mano entre escaleras empinadas y calles vacías en la noche.

Ayer, me encontré frente a la duda de tu mirada, tu melancolía que creaba huidas al no hallarlas. Pasos de largo, caminatas rápidas sin dirección y entre la gente la inesperada sensación de tu curiosidad. No quieres saber más de mí y no sé si lo entienda del todo. No quieres saber más de mi y ni tú, ni yo podemos hacer nada en contra de eso.

Pero esta noche me vestiré de fiesta, tomaré mi paraguas y saldré a buscar tu silueta... alguna sombra perdida y pensativa. Fingiré que él me reconoce y lo convertiré en auténtico. Aunque no lo sabes, él es casi una sombra triste, solo necesito que olvide que no es mío, que olvide lo suyo, solo necesito que olvide quién era... Le pediré que exhale a suspiros lentos y entonces, solo entonces, será auténtico...

Cada día un poco más despacio pero sin embargo, siempre vuelvo a comenzar.

Inesperada sensación... Lo de ahora, lo de siempre, todo junto me hace delirar.



Mariella de Avellaneda

lunes, 30 de noviembre de 2009

*************************** Rostro de Vos **********************

Tengo una soledad
tan concurrida
tan llena de nostalgias
y de rostros de vos
de adioses hace tiempo
y besos bienvenidos
de primeras de cambio
y de último vagón.

Tengo una soledad
tan concurrida
que puedo organizarla
como una procesión
por colores
tamaños
y promesas
por época
por tacto y por sabor.

Sin un temblor de más,
me abrazo a tus ausencias
que asisten y me asisten
con mi rostro de vos.

Estoy lleno de sombras
de noches y deseos
de risas y de alguna maldición.

Mis huéspedes concurren,
concurren como sueños
con sus rencores nuevos
su falta de candor.
yo les pongo una escoba
tras la puerta
porque quiero estar solo
con mi rostro de vos.

Pero el rostro de vos
mira a otra parte
con sus ojos de amor
que ya no aman
como víveres
que buscan a su hambre
miran y miran
y apagan la jornada.

Las paredes se van
queda la noche
las nostalgias se van,
no queda nada.

Ya mi rostro de vos
cierra los ojos.

Y es una soledad
tan desolada.
(Mario Benedetti)

lunes, 13 de julio de 2009

Tenme miedo



Te he visto a mi lado un sinnúmero de veces,
me coges de la mano y sin más desapareces,
¿Qué has hecho conmigo?
¿Acaso tienes miedo de volverme necesario?
Confiezo tú eres mi vicio.
¡Témeme!
No querrás jamás estar en mis zapatos.

martes, 24 de marzo de 2009

"Querida Raquia" (por Milagros León Avila)‏

Querida Raquia:


Hoy el doctor Fernán nos dio permiso para salir un par de horas. Yo escogí la playa, sí, quería sentir otra vez esos cangrejos bajo mis pies y ensuciarme con la arena, ya sabes... Me gusta cuando se mete entre los dedos, las uñas y el cabello... Es rico!. Me puse tus sandalias moradas y un vestidito que me regaló Juan Diego, pero como el invierno ya quiere instalarse en lo más profundo de los días, me obligaron a ponerme una horrible bata blanca que hacía que los niños se alejen de mi. No sé si era por eso o por mis ojos que cada vez se alejan más de mi. Es cierto Raquia y tengo miedo, porque cada vez que voy a verme en el espejo que está junto a tu cama ya no puedo verme, creo que me estoy quedando ciega Raquia. Y la culpa la tiene ese amigo tuyo que tanto quieres, ese Juan Diego es tan testarudo que insistió en hacer un experimento con mis ojos, no le funcionó, no pudo sacarme las pupilas y quitarme esa esencia de locura que el doctor Fernán dice que guardo en los ojos desde que nací. Pero los niños sí que se asustaban Raquia y yo me puse triste. Y me metí al mar con la bata puesta, como lo hubiera hecho contigo, sí, y el doctor se molestó, me dijo que no volvería a salir hasta que se acabe el invierno y es cierto... Es que casi me muero, bueno eso dice él, yo al contrario sentía que me acercaba más hacia donde estas tú, sentía que volvía a escuchar tus canciones y que armabas otra vez tus versos para mi. Todo se puso verde y luego celeste almidonado, habían cristales redondos en mis ojos y Fernán dijo que eran burbujas, pero yo creía que eran planetas gigantes y jugaba a rebentarlos todos con la boca porque pensé que así encontraría tu planeta. No pude. Me sacaron muy pronto del mar y ya no recuerdo más, desperté sobre la arena, con mucha gente al rededor que me miraba raro y decían cosas que no podía entender. Mi paseo estaba perdido. Me llevaron cargando a la clínica y luego de la gritada del doctor fui directo a mi cuerpo a reposar. Pero no sabes Raquia, cuando me quité las medias traía arenita sucia entre los dedos y otro poco en los zapatos. Ya tengo con que jugar el resto del invierno.


Junio de 1988


ATT. Hidrocefálico.