sábado, 24 de marzo de 2012

Insondables mystères



Lo has pensado alguna vez?
Como que he perdido la costumbre de dejarte notas.
Siempre las dejo en la ventana, pero no tiene nada de malo que las escriba por aquí también, siempre han sido testigos de los distintos estados que reinan mi mente al ponerlas y hoy no estoy tan seguro si hay un estado diferente pero al menos sé que estoy dejándote una.
Me gusta hacerlo aunque a veces creo que son completamente inútiles o útiles para algo que tal vez ni yo mismo entienda aún. Escribía notas todo el tiempo en papelitos, muros escondidos en mi cuarto, en boletos de colectivo y hasta en las esquinas de los cuadernos de notas, las esquinitas. Es increíble notar como el tiempo cambia algunos detalles casi imperceptibles de las personas, esas cosas que ni siquiera alguien se atreve a categorizar como 'costumbres', un hecho perdido, un asunto de hombre distraído, de excéntrico o hasta de solitario absorto…
Hoy no he visto cosa más rara al verme a mí mismo, inquieto y en medio de la cena, buscando bajo la mesa un lápiz que cayó de mi bolsillo, uno de esos que siempre llevaba (o llevo) conmigo, dudo que con la intención de encontrar algún motivo para usarlo sino solo por el simple y extraño gusto de llevar uno a todas partes. No traje uno ayer ni antes de ayer, pero hoy estuvo ahí sin saber cómo, estuvo ahí como antes, simplemente dentro de mi bolsillo pero que al caer y perderse creí podía sentir la extrañeza de llevar un paso más ligero al levantarme de la mesa y andar.

Ahora es de madrugada y he despertado pensando en lo rápido que ha llegado el invierno este año y lo frecuentes que se vuelven las pesadillas cuando uno mezcla desvelos y whisky con café.  Pero casualmente no todo el tiempo no dormido es tiempo que se pierde; he encontrado, al bajar de la cama, el lápiz perdido horas atrás, no estuvo en el piso como creyera sino siempre en el otro bolsillo del pantalón y que al descubrirse, solo una sonrisa burlona y silenciosa se creaba en medio de la noche. Piensa, piensa, piensa...
Nuevamente caigo en cuenta de que las luces están apagadas. Ya el café se ha terminado en medio de la impresión de un invierno que ha llegado tan rápido y de madrugada, pero de pronto noto como que he perdido la costumbre de dejarte notas. Siempre las dejo en la ventana. Claro. Pero no tiene nada de malo que las escriba por aquí también. Después de todo me gusta hacerlo, siempre me ha gustado, sospecho entonces que es justo cuando el lápiz pierde de nuevo su ligereza. Está de nuevo seguro conmigo...

martes, 28 de febrero de 2012

Vaya usted a saber


No hay una razón pensada con detenimiento para esto que quiero hacer. Únicamente pensé que podría alguna vez servir para algo, y aunque no estoy aún muy seguro de para qué; podríamos empezar diciendo que en un futuro no muy lejano, a falta de razones, no vendría mal echar un vistazo y recordar que como en los álbumes familiares, en un buen sentido, siempre tendremos algo tonto de que reír o avergonzarnos.

Avant le fin du monde...

domingo, 24 de abril de 2011

Like a Radio


People are afraid of themselves, of their own reality; their feelings most of all. People talk about how great love is, but that's bullshit. Love hurts. Feelings are disturbing... People are taught that pain is evil and dangerous. How can they deal with love if they're afraid to feel? Pain is meant to wake us up. People try to hide their pain. But they're wrong. Pain is something to carry, like a radio. You feel your strength in the experience of pain. It's all in how you carry it. That's what matters. Pain is a feeling... Your feelings are a part of you. Your own reality. If you feel ashamed of them, and hide them, you're letting society destroy your reality. You should stand up for your right to feel your pain.


(J. Morrison)

viernes, 25 de marzo de 2011

Luna Roja


Lune

Salió a comer papas fritas y beber de los barriles. En chaqueta y en modo Rey Lagarto encendió las luces e invocaba palabras que hacían eco en las paredes. Entendió que los mutantes le fallaron el día de la luna roja.

Al caminar y caer de nuevo la niebla… se encontró solo y anheló aquellos días de años bisiestos y lluvias de abril. Días de reinventos con gafas azules, paraguas transparentes y garúa asolapada. Escuchaba de nuevo… Que de entre todos, ella susurraba: podían existir días a los que puedes llamar como quieras, un Navideath, lleno de murciégalos, conejos y Chewbaccas con luces...

Pero ahora, cuando sus ojos y los susurros no están, él yace perdido y solo existen a diario las noches de luna roja. Y en el silencio de la obscuridad busca, siempre, aquellos ojos frágiles que hacen posible lo imposible, y comienzan con su color, como gotas de lluvia sobre las hojas...


miércoles, 9 de febrero de 2011

Aburrimiento


"Heidegger, acaso junto a Pascal, es uno de los pocos filósofos que ha tematizado el aburrimiento, el tedio. Ese estado en el que el tiempo transforma su marcha y pareciera desplazarse circularmente dejando al alma desprovista de su continuidad esencial. Se instala una fractura entre el yo y el mundo, nada parece ya poder interesar y no queda sino una inquieta y angustiosa expectativa. La escuela tiene un estrecho vínculo con el aburrimiento. Mejor dicho: la escuela aburre. Se ha separado penosamente el aula de la vida..."



(Fragmento)